Personalmente, el arte por la fotografía y la pintura es algo que me apasiona y por eso me gustaría mencionar a John Berger, uno de mis pintores y escritores favoritos. Berger tiene un libro llamado "Modos de ver", en el cuál habla de la mirada relacionada a la imagen, y en como nuestra percepción del mundo y la forma en la que lo comprendemos están influenciados por esta. Es de ahí de donde he aprendido que cada persona tiene una concepción del mundo diferente, porque no es lo mismo ver que mirar, no es lo mismo estar mirando lo que tenemos delante a ser conscientes de lo que está pasando. Y esto es algo que tendremos que trabajar mucho en nuestra profesión, tenemos que hacer de observadores para comprender por lo que están pasando las personas que se nos ponen delante.
Una buena mirada puede facilitarnos mucho el trabajo, pero esta no será posible si antes no nos hemos estudiado a nosotros mismos. Antes de intentar descifrar como es la persona que necesita nuestra ayuda, tenemos que haber trabajado en nuestra autobservación. Esto es importante para saber cómo nos afectan las cosas, como reaccionamos ante diferentes situaciones y hasta donde llegan nuestros límites. Observarnos por tanto es sinónimo de conocernos.
El saber cómo debemos mirar también es algo muy importante, saber hasta donde tenemos que llegar y en qué cosas debemos fijarnos más o menos. Los educadores sociales a partir de la experiencia se vuelven profesionales en esto, al fin y al cabo, es la técnica que desarrollan diariamente para conocer y conectar con los diferentes usuarios.
En conclusión, debemos aprender a mirar, a observar; esto nos ayudará a conocer a los demás y a nosotros mismos. La observación puede darnos datos que muchas veces con las palabras simplemente no conoceremos.
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